Confeccionada a la manera tradicional, con leche pasteurizada al fuego, a la que se le añade, a la temperatura adecuada, azúcar y almidón y se termina con mantequilla de la mejor calidad y es aromatizada con infusión de rama de canela natural y piel de limones frescos ( nada de aromas químicos ). En Emilio Marín llevamos 50 años haciendo esta crema que es uno de los referentes en nuestra pastelería.