El azúcar común o sacarosa se encuentra en el mercado, normalmente en forma de pequeños cristales, que al pasarlos por una máquina o molinillo de azúcar, se convierten en una partícula mucho más pequeña y fina que es el azúcar molida. En Latinoamérica la llaman azúcar impalpable y en Francia es sucre glace. Es por ello, que muchos la llaman azúcar glas, aunque esto no sea ni francés ni español.
Pues también nos preparamos en Emilio Marín el azúcar molida, pues tenemos la maquinaria necesaria para ello. También este producto se comercializa, pero para ello, tienen que añadirles productos como los antiaglomerantes y antiapelmazantes que han de utilizar los fabricantes de este producto para evitar que se aturrone o se estropee en los largos períodos de tiempo que han de pasar entre la fabricación y la distribución, y su posterior utilización. Estos productos conservantes, son ingeridos por aquellos que consumen este tipo de azúcar en un establecimiento que no se lo fabrique in situ, por falta de tiempo, organización o inversión ( hace falta tener un molino de azúcar, equipo industrial que cuesta entorno a los 3000 € en sus modelos más asequibles y pequeños ). La calidad tiene un precio, no es eslogan, es una realidad, que en cuestiones alimentarias adquiere una especial relevancia y que en Emilio Marín procuramos obsevar con el máximo respeto.